El FC Barcelona se enfrenta desde hace tiempo a un problema en el club: a muchos de los talentos que van ascendiendo en La Masia se les compara a menudo con leyendas del pasado: “el próximo Messi”, “el próximo Busquets”, “el próximo Xavi”, “el próximo Iniesta”, etc.
Algunos jugadores, como Lamine Yamal, se toman estas comparaciones con calma y se centran en desarrollar su propio juego en lugar de dejarse abrumar por las expectativas.
Por otro lado, ha habido casos como el de Sergi Samper, que en su día estuvo destinado a la grandeza pero, por desgracia, no pudo alcanzar esas alturas en el Barcelona.
Por tanto, en muchos sentidos, la atención de los medios puede ser cruel con los jóvenes talentos. La mayoría de los jugadores que surgen de La Masia se pueden clasificar en dos categorías.
La primera está formada por jóvenes prodigios, jugadores destinados a la grandeza desde una edad muy temprana que llegan rápidamente al primer equipo.
Este grupo incluye talentos como Ansu Fati, Gavi, Pau Cubarsi, Lamine Yamal, Alejandro Balde y Marc Bernal, por nombrar algunos.
Luego, está el otro grupo: los jugadores que deben trabajar duro y pasar un tiempo considerable en la academia para entrar en el primer equipo.
Esto incluye a jugadores como Oscar Mingueza, Fermín López y la última incorporación, Marc Casadó. El joven de 21 años se ha esforzado en las categorías inferiores antes de recibir la oportunidad de Hansi Flick, ¡y vaya si la ha aprovechado!
Casadó se ha beneficiado de desarrollarse lejos de los focos mediáticos. El joven y talentoso mediocampista ha aprendido viendo numerosos vídeos del gran Sergio Busquets, que le sirve de referencia para la posición que juega. Como destaca Mundo Deportvo, ha logrado todo esto sin la etiqueta de ser "el próximo Xavi".
Casadó ha trabajado diligentemente en las categorías inferiores, con Rafa Márquez desempeñando un papel importante en su desarrollo al confiarle responsabilidades de liderazgo en el equipo juvenil.
Los resultados de esta orientación son evidentes en el campo. Muchos jugadores se habrán sentido desanimados por la cantidad de veces que Xavi lo incluyó en la convocatoria del primer equipo sin darle una oportunidad, pero el joven de 21 años siguió trabajando y esperó pacientemente su oportunidad.
En este momento, es difícil imaginar un equipo de Hansi Flick sin Marc Casadó. Encarna a la perfección la filosofía de presión implacable del alemán, moviéndose en el campo como si tuviera un par de pulmones extra para ayudarlo.
Sus actuaciones contra el Bayern de Múnich y el Real Madrid fueron sensacionales.
La temporada de despegue de Casadó en el Barcelona es notable. El joven de 21 años se ha convertido en un pilar del equipo y el cielo es el límite para él. Queda por ver cómo progresará en el futuro.