Pedro Almodóvar, maestro de la mistificación cinematográfica, escribió un libro que no puede clasificar

   

Pedro Almodóvar, maestro de la mistificación cinematográfica, escribió un libro que no puede clasificar

Pedro Almodóvar es considerado el mejor cineasta vivo de España, pero él se ve a sí mismo ante todo como escritor, un “fabulista”, en su forma de contar.

Sus extravagantes tramas daban giros que eran difíciles de predecir o incluso de precisar. La historia de dos hombres que forman un vínculo al observar a dos mujeres en coma en “Hable con ella”.

A headshot of Pedro Almodovar with black sunglasses askew on his face so that his left eye is uncovered.

La historia de un cirujano plástico que opera a un hombre cautivo, transformándolo en una mujer contra su voluntad en “La piel que habito”.

De sus más de 20 largometrajes, Almodóvar escribió o coescribió casi todos. Probablemente había pasado más días en un escritorio que en un set.

Resultó que también había estado escribiendo muchas otras cosas (cuentos, entradas de diario, algunos ensayos inclasificables) casi todo el tiempo que estuvo haciendo películas.

Almodovar stands partially behind a translucent red curtain.

Los cuentos se encontraban en varias carpetas azules misteriosas, recopiladas por su asistente Lola García a lo largo de las numerosas mudanzas del director a diferentes apartamentos en Madrid.

En 2022, a instancias del editor literario español Jaume Bonfill, Almodóvar echó un vistazo a lo que se había guardado a lo largo de los años.

“Fue como ver una dimensión de Pedro que no conocía”, dijo Bonfill, y agregó que los manuscritos que revisaron contenían escritos que el director había compuesto cuando era adolescente, así como elementos que Almodóvar aparentemente había escrito décadas después. La colección, “El último sueño”, se publicará en inglés el 24 de septiembre por HarperVia.

De qué se trata exactamente esta colección es un misterio tan grande como lo fueron las carpetas. ¿Se trataba de una autobiografía? (Una parte era una entrada de diario escrita hace un par de años).

¿Era ficción, o esbozos de ideas que podrían ser ficción, historias inacabadas que el director nunca convirtió en una película?

A black-and-white photo of Almodovar from the 1980s shows him with a mop of curly dark hair, holding a cigarette in his right hand.

(Hay una historia sobre el conde Drácula que se une a un monasterio en España). Al igual que con sus películas, Almodóvar siente poca necesidad de aclarar su producción en un género definido.

“Me han pedido que escriba mi biografía más de una vez, y siempre me he negado”, escribe Almodóvar en la introducción. “Este libro representa una especie de paradoja. Se podría describir mejor como una autobiografía fragmentaria, incompleta y un poco críptica”.

Pero quizás el mayor enigma de “El último sueño” es por qué Almodóvar decidió publicar algo. Muchos artistas famosos queman sus obras de juventud en lugar de dejar que salgan a la luz.

Almodóvar adoptó el enfoque opuesto, publicando la colección prácticamente sin editar. ¿Por qué, después de años de mantener estos cuentos en privado, el fabulista decidió publicarlos al mundo?

Almodovar, wearing sunglasses and a neutral expression on his face, straddles a blue chair against a red background.

ImagenAlmodóvar está de pie parcialmente detrás de una cortina roja translúcida.

En su libro, Almodóvar escribe: “En este nuevo siglo me he vuelto más sombrío, más austero, más melancólico, menos seguro, más inseguro y más temeroso”. Crédito... Ana Cuba para The New York Times

A LOS 74 AÑOS, ALMODÓVAR TIENE LA RARA PRESENCIA de un hombre con pocos remordimientos sobre la vida. Nació bajo el gobierno del general Francisco Franco, pero alcanzó la mayoría de edad después de que el dictador muriera y se pudieran hacer películas sobre sexo y drogas en España.

En 1986, él y su hermano Agustín fundaron su propia compañía de producción, El Deseo, lo que le dio al director el tipo de control artístico sobre sus películas que pocos han disfrutado.

“Ahora la gente estudia mis películas en los departamentos universitarios”, dijo en una entrevista en su oficina este verano, con un tono que sonaba a la vez orgulloso y sorprendido.

Almodovar is shown in profile, his head partially obscured by a translucent red curtain.

Pero cuando comenzó a hablar sobre el libro, el humor de Almodóvar cambió. Quería hablar sobre el pasado. Comenzó a hablar sobre su muerte.

“Tengo un problema con la muerte ahora, con la mortalidad”, dijo. “No creo que ‘acabo de vivir otro día’, sino que ‘me queda un día menos de vida’”.

En entrevistas anteriores, Almodóvar ha dividido su cine en fases, que de alguna manera se han correspondido con las etapas de su vida.

Las primeras películas llevaban los signos de su juventud (y de la propia democracia joven y sin ataduras de España) con el humor y el kitsch que marcaron su primer gran éxito, “Mujeres al borde de un ataque de nervios”.

Después vino una fase en la que reinaron los melodramas más maduros, a menudo ambientados en pueblos rurales españoles como los de la juventud del director, como “La flor de mi secreto”, donde una escritora abandona su ciudad para irse a su pueblo natal.

La tercera fase de Almodóvar estuvo dominada por historias de dolor físico y mental que llegaron con el final de la mediana edad. “La piel que habito” y “Dolor y gloria” encajan en esta categoría.

“El último sueño”, a pesar de la afirmación de Almodóvar de que es autobiografía