El centrocampista del Barcelona que se marcha ha dado la vuelta a la situación en solo cuatro partidos

   

Pablo Torre ha causado un gran revuelo en el Barcelona, ​​demostrando su valía a Hansi Flick con actuaciones impresionantes en tan solo cinco partidos.

En el partido contra el Sevilla, Torre entró en los últimos 15 minutos, sustituyendo a Lamine Yamal y, a pesar del poco tiempo que estuvo sobre el terreno de juego, tuvo un impacto inmediato, marcando dos goles.

Su actuación ha supuesto un dolor de cabeza para Flick, demostrando que Torre es más que capaz de manejar el papel de centrocampista ofensivo.

Torre está decidido

El regreso de jugadores clave como Fermín López, Frenkie de Jong y Dani Olmo podría aumentar la competencia para Torre, pero parece decidido a mantenerse en su puesto.

Su eficiencia ha sido sobresaliente, aprovechando al máximo cada oportunidad que le ha dado Flick. Contra el Sevilla, Torre reafirmó su valor para el equipo.

Para poner las cosas en perspectiva, esta temporada, el joven está demostrando que pertenece al equipo, lo que justifica la confianza depositada en él por el técnico alemán.

Sus estadísticas hablan por sí solas: tres goles, incluido uno contra el Villarreal y dos contra el Sevilla, todos en solo 202 minutos de juego.

Eso equivale a un impresionante promedio de un gol cada 67 minutos, una cifra que rivaliza con la de algunos de los máximos goleadores de La Liga.

Sorprendentemente, el ritmo goleador de Torre es comparable al de Robert Lewandowski, que lleva 12 goles en la liga. Lewandowski promedia un gol cada 66 minutos, que es solo un minuto mejor que el ritmo de Torre.

Flick ha reconocido claramente el potencial de Torre, poniéndolo de titular en tres partidos consecutivos contra el Villarreal, el Getafe y el Osasuna, ofreciéndole más tiempo de juego que Xavi durante su mandato en el club.

A pesar de las especulaciones sobre su futuro, tanto el Barcelona como Torre han descartado un traspaso en invierno. El joven centrocampista confía en que puede triunfar en el club y, con su forma actual, es difícil rebatir esa creencia.