El Atlético de Madrid vs Real Madrid se suspende por problemas con el público
El derbi entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid del domingo se suspendió en la segunda mitad después de que los aficionados lanzaran misiles al terreno de juego.
El juego se detuvo en el minuto 69 en el Civitas Metropolitano justo después de que los visitantes se adelantaran por medio de Eder Militao.
Poco después de que el Madrid se adelantara, varios objetos, en particular varios mecheros y una bolsa de plástico que contenía una sustancia desconocida, fueron lanzados al campo detrás de la portería de Thibaut Courtois.
El árbitro Mateo Busquets decidió pausar el partido y ordenó a los dos equipos que regresaran a sus vestuarios.
Algunos jugadores del Atlético, incluidos José María Giménez y Koke, se acercaron a las gradas para intentar razonar con los aficionados.
Poco después, el técnico del Atlético, Diego Simeone, intentó calmar las tensiones después de hablar con el árbitro.
Los ultras que protagonizaron el gol de Courtois lucieron máscaras para ocultar su identidad y en la prensa española se habló antes del partido de la posibilidad de que el día del derbi se produjeran disturbios, ya que el objetivo de los ultras era Vinicius Junior, al que ya habían dirigido insultos racistas en el pasado.
La Liga intentó tomar medidas drásticas contra estos ultras antes del partido, diciendo en un comunicado el sábado: "LaLiga quiere comunicar que procederá a denunciar formalmente y solicitar la detención inmediata de los instigadores de una campaña de odio que pretende promover actos racistas y despectivos en el próximo partido entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid.
"La mencionada campaña constituye un delito de incitación al odio, claramente definido en el Código Penal. LaLiga condena enérgicamente estas acciones que, directa o indirectamente, alientan, promueven e incitan al odio contra una persona, en este caso, el jugador Vinicius Junior, por su raza.
"Estas actuaciones conllevan, además, la agravante prevista en los apartados 3 y 4 del artículo 510 del Código Penal, al ser "actos que alteren el orden público". LaLiga no tolerará en ningún caso este tipo de conductas".
Los altavoces ordenaban a los aficionados que se comportaran o el partido podría terminar prematuramente. Sin embargo, el encuentro pudo reanudarse a las 22:45 hora local.